Culiacán, Sinaloa. – La producción de tomate en Sinaloa enfrenta su peor crisis en una década. Productores agrícolas reportan una caída del 25 % en la superficie sembrada para este ciclo, lo que representa entre mil y mil 500 hectáreas menos, principalmente en el Valle de Culiacán.
Roberto Bazuá Campaña, presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC), informó que los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos, la sequía y la inseguridad en zonas rurales están golpeando de forma directa al sector.
“Imagínate mil 500 hectáreas menos de tomate; eso implica menos jornaleros, menos insumos, menos cajas, menos camiones para transportar. Definitivamente habrá un impacto económico”, advirtió.
De acuerdo con el dirigente, el Valle de Culiacán cuenta actualmente con unas 7 mil hectáreas sembradas, cuando en años anteriores superaba las 8 mil. La baja se atribuye también a los altos costos de los insumos, la falta de capital tras una temporada con precios bajos y el arancel del 17.09 % aplicado por el gobierno estadounidense a las exportaciones mexicanas.
Pérdidas millonarias y riesgo de desempleo
El valor anual de las exportaciones sinaloenses de tomate supera los mil 164 millones de dólares. Sin embargo, la caída de entre 18 y 30 % en las ventas internacionales podría provocar pérdidas de hasta 350 millones de dólares, afectando la cadena económica que incluye empacadoras, transportistas y jornaleros.
El consejero de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), Enrique Riveros Echeverría, señaló que este panorama responde a una combinación de factores: “El año pasado fue muy malo para el tomate. Se vendió barato, los costos subieron y el dólar bajó. Así no hay negocio que aguante”.
Riveros explicó que la medida estadounidense no es propiamente un arancel, sino una sanción por presunto dumping, que encarece las exportaciones y reduce la rentabilidad del cultivo.
Panorama incierto para el campo sinaloense
Los productores advierten que el futuro del sector dependerá de la apertura de nuevos mercados y de políticas públicas que garanticen certidumbre. “El flujo económico se queda en unos cuantos, mientras el productor recibe cada vez menos”, lamentó Riveros Echeverría.
Con un contexto internacional adverso y condiciones internas desfavorables, Sinaloa se enfrenta al reto de mantener su liderazgo nacional en la producción de tomate sin poner en riesgo miles de empleos y la estabilidad económica del campo.
🟧 #Estatal / Sinaloa enfrenta una caída del 25 % en la siembra de tomate. Productores alertan pérdidas de hasta 350 millones de dólares y reducción de empleo rural.
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