El Banco Central Europeo (BCE) continúa con el desarrollo del euro digital, una moneda electrónica oficial que podría lanzarse en 2029. Este proyecto busca complementar los billetes y monedas tradicionales, ofreciendo pagos disponibles las 24 horas, transferencias instantáneas y altos estándares de protección de datos.

Aunque no existe un consenso político total, el BCE planea iniciar la fase piloto en 2027 si el marco legal se aprueba en 2026. Se estima un costo inicial de 1,300 millones de euros, con gastos de mantenimiento que podrían llegar a cientos de millones anuales. La nueva moneda funcionará como un contrapeso frente a plataformas de pago internacionales como PayPal, Visa y Mastercard.

El proyecto genera debate: algunos sectores critican la pérdida de anonimato en las transacciones, mientras que autoridades como el ministro de Finanzas de Austria, Markus Marterbauer, aseguran que el efectivo seguirá vigente y que la diversidad de métodos de pago se mantendrá, subrayando que el euro digital será una opción adicional.